lunes, 16 de junio de 2014

El misterio develado del arreglo floral

No fue difícil.

Haciendo un par de consultas se pudo identificar que el misterioso arreglo floral que aparece algunos años a los pies del laurel de la India que está sembrado al costado derecho del templo católico de San Antonino Castillo Velasco tiene una razón de ser.

Todo inició la mañana del 15 de junio de 1953, cuando llegaron al templo de San Antonino unas tres personas pertenecientes a la Acción Católica de la Virgen de Guadalupe, de  la Ciudad de Oaxaca, y traían dos pequeños arbolitos para ser donados a la comunidad católica de San Antonino como una muestra de hermandad.

Casualmente, esa mañana no se encontraban más que dos jóvenes topiles campaneros, Luis Sánchez (†) y Ponciano García Santiago, que recibieron dichos árboles y los sembraron de inmediato.

Los dos árboles fueron cuidados y les daban mantenimiento a lo largo de los años, ya no como una obligación de usos y costumbres, sino como un acto de responsabilidad para mantener vivo ese símbolo de hermandad.

Al paso del tiempo, uno de esos árboles se derrumbó en una tormenta que azotó a la comunidad, mientras que el otro, que el que se yergue con una enorme copa al costado derecho de la fachada principal del templo de San Antonino, por donde estás las escaleras para subir al campanario, se mantiene vivo y cada 15 de junio cumple años.

De los dos topiles campaneros de esa época, sólo sobrevive Ponciano, que en sus mejores momentos se destacó como un gran floricultor y ahora, a sus 83 años deja un arreglo floral a los pies de ese hermoso árbol, que cumplió ayer 61 años y que vigoroso muestra apenas los inicios de una floreciente juventud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario