Es normal.
Un pueblo que históricamente ha tenido gente que se dedica a prestar, no podía omitir una leyenda precisamente sobre la gente que presta.
Cuentan los mayores que allá por el Cerrito de San Antonino--donde suceden cosas inexplicables y se ven fenómenos con frecuencia---, hay un pastor muy elegante, motivo por el cual le dicen el catrín.
El catrín viste ropa impecable, de cuero y de color oscuro y para ser pastor tendría que ser el diablo por el rebaño que tiene.
Su fabuloso rebaño consiste en un conjunto de personas que le pidieron prestado y que al no poderle pagar se esclavizaron, dedicándose a lavar oro, en las piedras gigantes que se encuentran en las faldas del cerro.
Dicen que a lo lejos se ve un auténtico rebaño de borregos, pero cuando uno se acerca, la propia gente a la que se creía desaparecida, habla pidiendo auxilio para liquidar su adeudo y obtener la liberación de su alma.
Varias personas que se pensaba incluso que ya habían muerto, realmente se encontraban separando el oro de las impurezas, sobre las misteriosas piedras y esperando que alguien que los conoce se acercara para brindarles apoyo y así liberarse.
Que ese es el origen de las inexplicables marcas que se encuentran sobre las piedras gigantes del cerro de San Antonino.
Escalofriante.
Un pueblo que históricamente ha tenido gente que se dedica a prestar, no podía omitir una leyenda precisamente sobre la gente que presta.
Cuentan los mayores que allá por el Cerrito de San Antonino--donde suceden cosas inexplicables y se ven fenómenos con frecuencia---, hay un pastor muy elegante, motivo por el cual le dicen el catrín.
El catrín viste ropa impecable, de cuero y de color oscuro y para ser pastor tendría que ser el diablo por el rebaño que tiene.
Su fabuloso rebaño consiste en un conjunto de personas que le pidieron prestado y que al no poderle pagar se esclavizaron, dedicándose a lavar oro, en las piedras gigantes que se encuentran en las faldas del cerro.
Dicen que a lo lejos se ve un auténtico rebaño de borregos, pero cuando uno se acerca, la propia gente a la que se creía desaparecida, habla pidiendo auxilio para liquidar su adeudo y obtener la liberación de su alma.
Varias personas que se pensaba incluso que ya habían muerto, realmente se encontraban separando el oro de las impurezas, sobre las misteriosas piedras y esperando que alguien que los conoce se acercara para brindarles apoyo y así liberarse.
Que ese es el origen de las inexplicables marcas que se encuentran sobre las piedras gigantes del cerro de San Antonino.
Escalofriante.