martes, 18 de febrero de 2014

El carácter solidario de la gente de San Antonino

Hay de todo.

Pero es más la gente buena.

De ahí que una caracterización de la gente de San Antonino es una actitud fraternal, humanista, solidaria y de apoyo incondicional que se manifiesta en los diversos actos de la vida cotidiana.


Cuentan los mayores que en tiempos de escasez de alimentos en la región, San Antonino Castillo Velasco, se convertía en un lugar de repartición, ya que la población generosamente regalaba alimentos, verduras, pan, atole, carne, frutas y ropa a personas afectadas de otras poblaciones que se acercaban a pedir auxilio a la población de San Antonino.

Esta manifestación de solidaria también se aprecia en los actos sociales. Dice Mamalena que cuando ella era niña y asistían a alguna fiesta de algún conocido, las mujeres llegaban desde las cinco de la mañana con su metate y su brazo de piedra para instalarse en la cocina y apoyar en la molienda de la masa o los insumos para preparar los alimentos.

De esta manera era fascinante contemplar una extensa hilera de mujeres jóvenes, hincadas sobre sus metates entre los más diversos y sabrosos olores de la cocina tradicional.

Los hombres por su parte, se organizaban desde la madrugada para conseguir la leña y el poleo, esa hierba que tiene un aroma como a menta y que es muy grata a la respiración y que se sigue utilizando principalmente en las festividades religiosas.

 Hoy en día poco ha cambiado.

Cuando uno asiste a una fiesta o mayordomía en San Antonino se puede apreciar una organización natural para el trabajo.


Aunque existe una división de funciones claramente establecida: la chocolatera, la tortillera, la cocinera, los lavaplatos, la nevera, es común que los invitados---si no ocupan la mesa principal--- se acomiden a apoyar las diversas actividades que ahí se realizan.

Por eso resulta todo un espectáculo de organización social y convivencia asistir a una fiesta en San Antonino: las mujeres como avejas en panal se arremolinan silenciosamente apoyando en el área de cocina, por otro lado, los hombres, principalmente los jóvenes, se autohabilitan como meseros y como personal de limpieza del área de convivencia general, repitiendo un ritual histórico que refleja el profundo sentido solidario de la gente de San Antonino.

Y una vez que se ha satisfecho lo principal, que es degustar del banquete, entonces sí, viene lo bueno, a bailar el Jarabe del Valle.

Cada tipo de festividad tiene su menú y de éste depende la organización para el trabajo.

Pero esto será tema de otra colaboración.