domingo, 13 de septiembre de 2020

La solidaridad de San Antonino ante el sismo del 85

Este 19 de septiembre se cumplen 35 años del terremoto de 1985 que devastó parte de la Ciudad de México y que causó miles de muertos.

Como es usual entre los mexicanos, ante la tragedia surgieron muchas muestras de solidaridad y apoyo hacia los afectados.

Entonces existía en San Antonino la Cámara de Comercio en la que participaba el señor Porfirio Santiago Aguilar, mejor conocido como "Pilo Gigante"(QEPD).

Los comerciantes agrupados en esta Cámara Nacional de Comercio realizaron una gran colecta de apoyos en efectivo entre el gremio y entre la población, logrando juntar la cantidad de 229 mil 800 pesos que era una cantidad considerable para esas fechas.

Este dinero fue entregado a la representación estatal de la Cámara para ser destinado al apoyo de los afectados por el sismo en la Ciudad de México.

Pilo comentaba que cuando hicieron la entrega del dinero en efectivo, los del Comité de la Cámara estatal se quedaron sorprendidos, ya que la donación de los comerciantes del pueblo de San Antonino Castillo Velasco era una de las donaciones más grandes realizadas por los comerciantes organizados en el estado de Oaxaca y que incluso superaba a las de los comerciantes establecidos en diversas cabeceras distritales.

Aunque este acto no tuvo mucha difusión, quedó demostrada la solidaridad proverbial del pueblo de San Antonino.

Lo recordamos gratamente como un reconocimiento a nuestra gente.

Foto del recibo correspondiente.




jueves, 6 de agosto de 2020

Si he de morir por rezar, con gusto ofrezco mi vida: Fatín el rezador.

Él era conocido como Fatín y era de oficio rezador.

Tendría a la hora de morir como unos 60 años, pero su temperamento tranquilo y siempre sonriente hacía que las personas se dirigieran hacia él como “muchacho”, como sinónimo de jovenzuelo.

Fatín era popular porque en su calidad de rezador era común encontrarlo dirigiendo el rosario en la casa del difunto, en el último adiós que se les da a los muertos en la misa de cuerpo presente, a la hora del entierro en el panteón, durante los rosarios de los nueve días, en el levantamiento de la cruz y también en el cabo de año del difunto.

Trabajo no le faltaba porque la comunidad, aún y cuando no es muy grande, por lo general registraba unos tres decesos por año, además de participar en otras ceremonias como la de dirigir la costumbre del matrimonio, en un sincretismo de evocaciones prehispánicas y católicas.

Este oficio lo ejercen varias personas más y es generoso porque además del pago respectivo, existe la costumbre de que en las ceremonias en las que participa también se le obsequia una dotación de alimentos para llevar, después del almuerzo y de la comida. Es una muestra de anfitrionía zapoteca.

Fatín nunca imaginó que, en el año 2020, junto con una cantidad extraordinaria de trabajo, también encontraría la muerte.

Cuando los decesos por el COVID-19 comenzaron en la comunidad, tan sólo en los meses de mayo y junio ya se habían acumulado más de 50 muertos, aunque las estadísticas oficiales hayan reducido drásticamente el número oficial de personas fallecidas por el virus.

No todos son conscientes de que la muerte por virus o no, estos tiempos no son para respetar la costumbre. Los muertos se tienen que enterrar rápido y con poca asistencia de personas. Pero hubo muchos decesos en los que se realizaron los funerales como lo marca la tradición, con grandes contingentes de asistentes tanto en la casa del difunto como en el panteón.

De hecho, varios decesos posteriores ocurrieron entre personas que asistieron a estos funerales acompañando al muerto en todas las etapas de la costumbre y cuya ceremonia encabezaba Fatín.

Sus amigos le decían: “Fatín, no te confíes. Ya no vayas a rezar allí de los difuntos. Los contagios no respetan ni la fé”. A lo que Fatín contestaba con una convicción extraordinaria: “Si he de morir por rezar, gustoso ofrezco mi vida a Cristo”.


Corría el mes de junio. Fatín tenía una agenda sobrecargada, pocos rezadores se atrevían a dirigir las ceremonias y la mayoría sin asistir al panteón y sin el cuerpo presente del difunto, pero Fatín no.

Al igual que varias personas que asistieron a uno de esos funerales fastuosos, Fatín ya no llegó vivo a fin de mes. 

Descanse en paz.

viernes, 10 de julio de 2020

Fallece Jaimito gran promotor cultural

Enrique Jaime Sánchez Alonso, que durante varias décadas se desempeñó como Director Artístico del Jarabe del Valle, falleció este viernes 10 de julio de este 2020, en la Heroica Villa de San Antonino Castillo Velasco.

Además de su destacado papel al  frente de las diversas delegaciones oficiales de San Antonino que representaron al Jarabe del Valle en la Guelaguetza, también se desempeñaba como Chogol, que es una persona respetable que funge como maestro de ceremonias en diversas festividades, como en conducir la ceremonia del matrimonio, que conjuga reminiscencias de la antigua cultura zapoteca.

Descanse en paz este gran promotor cultural de San Antonino Castillo Velasco.

sábado, 13 de junio de 2020

Fallece el ex presidente Manuel Caravantes

Este sábado 13 de junio de este 2020, falleció el señor Delfino Manuel Sánchez Caravantes, que se desempeñara como Presidente Municipal de la Heroica Villa de San Antonino Castillo Velasco en el periodo 2002-2004. Aunque había ganado la elección por el Partido de la Revolución Democrática, al poco tiempo su ayuntamiento renució a dicho partido, al igual que varios ayuntamientos de la entidad, en la misma fecha, por desacuerdos con ese partido.

Expresamos nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos y les deseamos una pronta recuperación ante esta irreparable pérdida. Descanse en paz nuestro querido amigo Manuel Caravantes, a quien cariñosamente  llamaban Manuel "Caramelo".

viernes, 5 de junio de 2020

CRÓNICA DE LOS DÍAS ACIAGOS POR EL COVID-19 EN SAN ANTONINO

Parte 1 de 2

En febrero de este 2020 el coronavirus se escuchaba por aquí como un suceso de lejanos países.

Pensado como algo distante e improbable, muchas personas mantenían su ritmo de vida normal.  Incluso, algunas realizaban fiestas masivas programadas con anterioridad a la amenaza.

Al tiempo que los contagios se declaraban como una pandemia y mientras avanzaba de manera invisible y vertiginosa, muchas personas se mostraban incrédulas y otras parecían estar atentas en el horizonte en busca de alguna señal, como si el virus debiera tener una forma visible y anunciada.

Pero ese mismo sentimiento permeaba en comunidades vecinas.

La histórica rivalidad entre algunos ciudadanos de Ocotlán de Morelos con algunos ciudadanos de San Antonino Castillo Velasco revivió en una tensa espera donde mutuamente se vigilaban para ver en dónde aparecía el primer caso de contagio, a la manera de dos equipos de fútbol que se disputan un campeonato y que compiten por meter el primer gol en una final de penaltis.

Pasó febrero y marzo y las medidas de sana distancia no se aplicaban de manera general.

En la última semana de abril se confirmó el primer caso de contagio por coronavirus en un municipio del distrito de Ocotlán y un día después trascendió que una señora de San Antonino estaba entubada en un hospital de la ciudad de Oaxaca, debido a ese virus.

Grupos de ciudadanos de San Antonino exigían a las autoridades municipales y a otros habitantes del municipio para que tomaran en serio las medidas de prevención, con pocos resultados.

En San Antonino, principalmente los comerciantes navegaban entre la incertidumbre, por la falta de información precisa y de acciones determinantes.

Un ejemplo de esto fue mercado regional de ganado “El Baratillo”, ubicado en San Antonino que se convirtió en motivo de disputa política con el ayuntamiento de Ocotlán, ya que la policía de ese   municipio vecino impidió el paso a los ganaderos que iban a San Antonino y los intimidaban tomándoles fotografías a ellos, a las placas de sus automóviles y advirtiéndoles que la Guardia Nacional había cerrado el “Baratillo”.

Mientras en el “Baratillo”, el personal de la Guardia Nacional probaba las nieves, consumían alimentos, se tomaban fotografías con los niños y hasta con el ganado y repartían gel como si fuera un día de vacaciones.

El 28 de abril los Servicios de Salud del estado confirmaron el rumor sobre la señora que permanecía entubada y fue la gota de agua que derramó el vaso para que la comunidad de San Antonino fuera acosada por considerarla fuente de contagio.

A muchos comerciantes de San Antonino ya no les permitieron vender sus productos en Santo Tomás Jalieza y en San Juan Chilateca, entre otros lugares, incluyendo a los que ordinariamente expenden sus productos en el mercado del centro de Ocotlán de Morelos, la cabecera distrital.

Los comerciantes tuvieron que improvisar su mercado en las calles de San Antonino.

En las redes sociales algunas personas de San Antonino denunciaron despidos injustificados, discriminación en el transporte público e impedimento para acceder a los bancos y servicios en Ocotlán.

El 5 de mayo se confirmó un segundo caso de contagio y a partir de esa fecha se contabilizaron al término del mes por lo menos una decena de decesos continuos, que, aunque algunos eran por causa de muerte natural, la imaginería popular los atribuía al coronavirus. No había información oficial.

La sociedad de San Antonino estaba dividida, ya que varios ciudadanos exigían una intervención más enérgica de las autoridades municipales porque en el mercado y en varios negocios no se respetaron las medidas de sana distancia, incluso el 10 de mayo se reportaron varias fiestas dentro de la comunidad.

A pesar de que habían fallecido personas vinculadas al mercado de Abastos de Oaxaca, considerado una fuente de contagios en la entidad, en los funerales se percibían contingentes de personas sin medidas de protección.

Al escepticismo de algunos ciudadanos se sumaba la incongruencia de algunos funcionarios nacionales que anunciaban que la pandemia había sido “domada” y que el uso de mascarillas de protección no era necesario y hasta se llegó a declarar al estado como un ejemplo de superación de esa crisis con sus “municipios de la esperanza” que retornarían próximamente a la “normalidad”.

Esa desinformación no sólo venía de las autoridades, sino que también algunas personas del municipio vecino creaban rumores en redes sociales, difundiendo videos y fotografías falsas o fuera de contexto que estigmatizaban a la gente de San Antonino.

Grupos de ciudadanos, de médicos y de jóvenes organizados como respuesta a la pandemia que azota a San Antonino, desplegaron cartas abiertas que orillaron a las autoridades municipales a una intervención más eficaz ante el problema.

Varios municipios de la zona también exigían al Ayuntamiento de San Antonino una intervención más decidida.

Gradualmente algunas farmacias de la localidad empezaron a cerrar por escasez de medicamentos y también como medida de precaución. La supuesta muerte de una dependiente de una farmacia y el conocimiento del deceso de un médico de la comunidad, alentaron a los consultorios privados a cerrar temporalmente sus servicios.

Entre el gremio de profesionistas médicos se comenta que el problema es grave y que existe una gran cantidad de casos de contagios sin reportarse y sin atenderse y que los problemas de diabetes, hipertensión y obesidad harían más pesimistas los resultados.

Pronto los principales comerciantes de abarrotes y en el mercado local empezaron a dosificar las ventas de algunos productos y a justificar el alza de precios debido a la creciente escasez.

En los grupos locales de Instagram, Whatsapp y Facebook las personas hacen reclamos sobre al alto costo de los ataúdes y de los permisos de inhumación en el panteón municipal, dicen que no hay solidaridad con los afectados.

A la par que se va desarrollando la pandemia en San Antonino, la población en general aplica su Guelaguetza.

A través de las redes sociales se anuncian las personas que diariamente regalan alimentos en sus casas: pan, hortalizas, legumbres, semillas, frutas y una gran variedad de alimentos y que están dirigidos a quienes lo necesiten.

Incluso, algunos comerciantes de San Antonino hacen donaciones en especie al comedor comunitario del municipio de Ocotlán de Morelos y hasta personas de otras comunidades, impulsadas por la necesidad, llegan a San Antonino para recoger una despensa, alimentos gratuitos o productos que los vecinos ofrecen generosamente a las puertas de sus hogares.

La ciudadanía dimensiona el peligro y extiende sus proverbiales vínculos de apoyo.

El gran corazón de la gente de San Antonino brilla como una esperanza en medio de la tragedia.

viernes, 29 de mayo de 2020

Informan deceso de ex presidente Joel López

Diversas personas expresaron hoy sus condolencias en redes sociales por el deceso, al parecer este viernes 29 de mayo del 2020, del Ingeniero Meinardo Joel López Sánchez, ex Presidente Municipal de San Antonino Castillo Velasco, en cuya administración(2005-2007)  se construyó el actual edificio del Palacio Municipal. QEPD

jueves, 28 de mayo de 2020

Fallece Carlos Burguet decano de la radio local






(Crédito de la foto: sitio de Facebook de Radio Calenda)

Este 28 de mayo del presente 2020 se informó que falleció el señor Carlos Burguet Aguilar, gran promotor de la radio en San Antonino Castillo Velasco.

Inició como aficionado con una bocina en el interior del mercado de San Antonino,

Desde su propio local comercial él anunciaba los productos y servicios de sus compañeros locatarios y ponía piezas musicales para ambientar.

Poco a poco fue adquiriendo mayor soltura--según confesó en una ocasión al que esto escribe-- y posteriormente y con el apoyo de Emilio Santiago crearon "Radio Calenda, La Voz del Valle" que salió al aire un 15 de septiembre del 2001.

Conocido como "El Caballero de la Palabra" siempre se distinguió por ofrecer la radio a las causas de la población y en muchas ocasiones financiando de su propio pecunio las necesidades más apremiantes de la estación para que se mantuviera al aire.

Son grandes y de reconocerse los esfuerzos que han hecho los participantes para sostener vigente este proyecto radiofónico.

Uno de los grandes méritos del señor Carlos Burguet, fue el haber invitado a San Antonino al sobrino nieto del ilustre Don José María del Castillo Velasco, que obsequió generosamente al Ayuntamiento una colección de fotografías y copias de documentos muy valiosos sobre la vida y la obra del ilustre abogado y militar nacido en San Antonino.

Entre otras de sus múltiples iniciativas para contribuir a mejorar al municipio, desde la sociedad civil, se le recuerda por haber impulsado una gran campaña de reforestación por la parte del "Cerrito" de San Antonino y por donde se ubica el Plantel "San Antonino" del Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca.

Lamentamos esta profunda pérdida y expresamos nuestro más sentido pésame a sus familiares por el sensible fallecimiento del señor Carlos Burguet Aguilar. Descanse en paz.