Ya no cabían.
A pesar de que muchas personas se retiraron ante la amenaza de lluvia, la gente seguía llegando y abarrotando el espacio destinado para la representación de la Guelaguetza en este municipio de San Antonino Castillo Velasco.
La segunda representación de la Guelaguetza más importante en el Estado, por su antigüedad y número de delegaciones participantes, que es la de San Antonino, se ha consolidado como un espacio turístico ante visitantes nacionales y extranjeros, lo que demanda un nuevo enfoque de interés público en su organización.
Semanas previas a la representación de la Guelaguetza, informaron desde el ayuntamiento que no tendría costo la entrada y así se difundió. Posteriormente trascendió que una asamblea comunitaria echó para abajo la propuesta de las autoridades locales para evitar el cobro de 150 pesos por persona que se intentaba fijar a los visitantes.
Durante la primera hora de iniciado el espectáculo personal del ayuntamiento estuvo cobrando 10 pesos por persona para ingresar al lugar, pero ante las quejas de muchos vecinos de la comunidad, dejaron de cobrar, lo que generó críticas entre muchos visitantes, pues aunque diez pesos no es mucho, no hay seriedad, si se paga o no el acceso, a pesar de que la habían anunciado como entrada libre.
Por otro lado, llamó la atención el excesivo número de vendedores ambulantes al interior del lugar y lo más incómodo eran los carritos de vendedores ambulantes que se paraban entre los pasillos, obstaculizando el paso de los visitantes, aunado al hecho de que como la gente ya no cabía, se saturaron también esos espacios. Hasta por razones de protección civil se debería de evitar obstruir las zonas de acceso.
La plancha del escenario donde se representa la Guelaguetza en San Antonino es modesta y no muy grande para las necesidades escenográficas de contingentes. Y en el espacio atrás del escenario, donde se ubica la mesa de honor, los invitados especiales, los músicos y las delegaciones participantes, resulta insuficiente para una mejor organización del espectáculo.
Al menos el escenario contó con una iluminación básica, pero insuficiente. Entre el auditorio hubo poca iluminación. Sabemos las dificultades de iluminar espacios abiertos con escasa infraestructura, pero en otros años se ha contado con suficiente iluminación.
Hubo algunos detalles menores de conducción, como errores en el anuncio de las delegaciones o en su orden de participación.
Como sucede en otras representaciones, abre la Guelaguetza la participación de la escuela de preescolar de la comunidad, que representan el Jarabe del Valle; la misma representación cuando hay delegaciones que también lo hacen y al final lo hace también la delegación oficial de San Antonino.
Con el debido respeto, creemos que la representación de preescolar se puede omitir. Es más, proponemos que en San Antonino se realice por las mañanas una Guelaguetza infantil en la que participe la representación de la escuela de preescolar y así se ahorraría un poco de tiempo para no terminar tan noche este acto, sobre todo, en consideración de los problemas de transporte público para muchos visitantes.
En caso de que se mantenga esta idea de abrir con la participación de la escuela de preescolar de la comunidad, sería deseable que fuera el DIF municipal quien dirigiera una delegación infantil con una mayor representación de la niñez del municipio.
Por otro lado, la tradicional verbena popular al término de la Guelaguetza estuvo semivacía. A diferencia de otras ocasiones, en las que el municipio aporta un grupo musical para amenizar la fiesta de las delegaciones y de la propia comunidad, en esta ocasión solo tocó una banda de alientos ante poco público, es probable que esto se haya debido a la lluvia.
No obstante, la fiesta se vivió con intensidad, con alegría y colorido en medio de un ambiente de hermandad y franca anfitrionía que caracteriza a la gente de San Antonino.
No es cualquier cosa organizar una representación en un espacio inadecuado y abierto, las distintas autoridades municipales se han aplicado con mayor o menor esmero en su organización. Lo que señalamos en este espacio tiene por objeto llamar la atención para avanzar hacia el siguiente nivel, que es empezar a formalizar la infraestructura para el turismo.
Sería deseable que las autoridades locales, en colaboración con el gobierno del estado, construyan un espacio digno para esta representación, en la que se consideren las características y los servicios idóneos para atender el turismo.
Existen muchas experiencias similares que ofrecen soluciones prácticas y económicas. Por fortuna, existe suficiente espacio para la creación de un auditorio municipal tipo foro en el cerrito de San Antonino, todo depende de la voluntad y el trabajo del gobierno de San Antonino.
Enhorabuena.
A pesar de que muchas personas se retiraron ante la amenaza de lluvia, la gente seguía llegando y abarrotando el espacio destinado para la representación de la Guelaguetza en este municipio de San Antonino Castillo Velasco.
La segunda representación de la Guelaguetza más importante en el Estado, por su antigüedad y número de delegaciones participantes, que es la de San Antonino, se ha consolidado como un espacio turístico ante visitantes nacionales y extranjeros, lo que demanda un nuevo enfoque de interés público en su organización.
Semanas previas a la representación de la Guelaguetza, informaron desde el ayuntamiento que no tendría costo la entrada y así se difundió. Posteriormente trascendió que una asamblea comunitaria echó para abajo la propuesta de las autoridades locales para evitar el cobro de 150 pesos por persona que se intentaba fijar a los visitantes.
Durante la primera hora de iniciado el espectáculo personal del ayuntamiento estuvo cobrando 10 pesos por persona para ingresar al lugar, pero ante las quejas de muchos vecinos de la comunidad, dejaron de cobrar, lo que generó críticas entre muchos visitantes, pues aunque diez pesos no es mucho, no hay seriedad, si se paga o no el acceso, a pesar de que la habían anunciado como entrada libre.
Por otro lado, llamó la atención el excesivo número de vendedores ambulantes al interior del lugar y lo más incómodo eran los carritos de vendedores ambulantes que se paraban entre los pasillos, obstaculizando el paso de los visitantes, aunado al hecho de que como la gente ya no cabía, se saturaron también esos espacios. Hasta por razones de protección civil se debería de evitar obstruir las zonas de acceso.
La plancha del escenario donde se representa la Guelaguetza en San Antonino es modesta y no muy grande para las necesidades escenográficas de contingentes. Y en el espacio atrás del escenario, donde se ubica la mesa de honor, los invitados especiales, los músicos y las delegaciones participantes, resulta insuficiente para una mejor organización del espectáculo.
Al menos el escenario contó con una iluminación básica, pero insuficiente. Entre el auditorio hubo poca iluminación. Sabemos las dificultades de iluminar espacios abiertos con escasa infraestructura, pero en otros años se ha contado con suficiente iluminación.
Hubo algunos detalles menores de conducción, como errores en el anuncio de las delegaciones o en su orden de participación.
Como sucede en otras representaciones, abre la Guelaguetza la participación de la escuela de preescolar de la comunidad, que representan el Jarabe del Valle; la misma representación cuando hay delegaciones que también lo hacen y al final lo hace también la delegación oficial de San Antonino.
Con el debido respeto, creemos que la representación de preescolar se puede omitir. Es más, proponemos que en San Antonino se realice por las mañanas una Guelaguetza infantil en la que participe la representación de la escuela de preescolar y así se ahorraría un poco de tiempo para no terminar tan noche este acto, sobre todo, en consideración de los problemas de transporte público para muchos visitantes.
En caso de que se mantenga esta idea de abrir con la participación de la escuela de preescolar de la comunidad, sería deseable que fuera el DIF municipal quien dirigiera una delegación infantil con una mayor representación de la niñez del municipio.
Por otro lado, la tradicional verbena popular al término de la Guelaguetza estuvo semivacía. A diferencia de otras ocasiones, en las que el municipio aporta un grupo musical para amenizar la fiesta de las delegaciones y de la propia comunidad, en esta ocasión solo tocó una banda de alientos ante poco público, es probable que esto se haya debido a la lluvia.
No obstante, la fiesta se vivió con intensidad, con alegría y colorido en medio de un ambiente de hermandad y franca anfitrionía que caracteriza a la gente de San Antonino.
No es cualquier cosa organizar una representación en un espacio inadecuado y abierto, las distintas autoridades municipales se han aplicado con mayor o menor esmero en su organización. Lo que señalamos en este espacio tiene por objeto llamar la atención para avanzar hacia el siguiente nivel, que es empezar a formalizar la infraestructura para el turismo.
Sería deseable que las autoridades locales, en colaboración con el gobierno del estado, construyan un espacio digno para esta representación, en la que se consideren las características y los servicios idóneos para atender el turismo.
Existen muchas experiencias similares que ofrecen soluciones prácticas y económicas. Por fortuna, existe suficiente espacio para la creación de un auditorio municipal tipo foro en el cerrito de San Antonino, todo depende de la voluntad y el trabajo del gobierno de San Antonino.
Enhorabuena.
