martes, 11 de octubre de 2011

La lección de Leónidas

De todo se aprende.

Leónidas es el mote de un respetable varón en plenitud que se hospeda en la Casa Hogar "San Lázaro" de San Antonino, con el que casualmente hablo mientras espero a alguien ahí.

Accede a platicar con el interés del médico que va a practicar una autopsia para esclarecer un crimen.

Mira sonriente con su desdentada boca y responde como él quiere, no lo que podría uno esperar.

Cuenta historias difíciles de creer. Dice que sabe manejar aviones. Que en la época de Carranza el mató a 35 soldados con una granada de mano que envío con una paloma a su campamento. (Desde aquí me doy cuenta de que solamente se quiere divertir conmigo).

Me pide un dulce. Afortunadamente le convido unos chiclets que mastica pausadamente.

Siempre de sonrisa alegre, me dice que estuvo casado siete veces y que todas las veces se le murió la mujer. Presume que tiene ahora una novia muy hermosa de 15 años que está esperando gemelos de él.

Me dedico a escucharlo con interés y respeto.

Dice que una vez se cayó en un pozo profundo, pero lo salvó una serpiente alargadísima que utilizó como mecate para salir de ese lugar.

El tiempo apremia, me disculpo porque la persona que espero no está. Sonríe y cuando voy de salida alcanzo a escuchar que le comenta a otro respetable varón, refiriéndose a mí: "Este cabrón se cree todo lo que le cuentas" y se ríe alegremente.


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