martes, 13 de octubre de 2015

El perro que ha dividido al pueblo

Es un asunto de la fe.

No es la primera vez que los perros polarizan las opiniones entre el pueblo de San Antonino.

Uno de los casos más sonados fue cuando varios comerciantes se disponían a sacrificar el exceso de perros callejeros que pululan en el interior del mercado municipal, pero encontraron la resistencia de una asociación civil defensora de los caninos. El problema sigue sin resolverse.

El caso más reciente lo ha planteado el sacerdote de la comunidad, el padre Elpidio, quien ha puesto el dedo en la llaga al señalar sin tapujos que históricamente se ha venerado a un perro conjuntamente con el Señor San Lázaro, que es uno de los santos más importantes de las festividades locales.

Los catequistas apoyan esta observación porque dicen que cuando se hacen los actos religiosos, las personas pasan su veladora, o sus monedas o besan, incluso, al perro que acompaña a San Lázaro.

Y el Padre Elpidio ha sometido a votación para que los feligreses manifiesten si están en contra o a favor de retirar el perro que acompaña a San Lázaro, lo cual es incorrecto.

Aunque la mayoría de las personas han votado a favor, para no profanar el culto; también existen otras opiniones que invocan la fauna que acompaña, por ejemplo, a San Martín de Porres y opinan que únicamente hay que educar a los feligreses para que veneren al santo, no al animal que lo acompaña.

Como sea, el Padre Elpidio señaló, al término de la misa de siete del domingo pasado---una de las más concurridas---, que separará al perro del santo porque la mayoría se ha manifestado en este sentido.

La gran pregunta flota en el aire, ¿qué pasará con la escultura del perro más famoso de la comunidad?


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