Los hermanos Mateo y Delfino López
Godínez (q.e.p.d.), además de ser grandes representantes de la artesanía
de la Flor Inmortal, fueron discípulos y músicos de Don Laureano
Jiménez, el más antiguo compilador del Jarabe del Valle que se conoce
hasta esta fecha.
Ellos, que eran
grandes conocedores de la cultura y la historia de San Antonino,
redactaron una breve historia del Jarabe del Valle, que proporcionaban
generosamente a las personas que los consultaban sobre diversos tópicos
locales.
Como se desprende del texto,
el Jarabe del Valle incorpora usos y costumbres de San Antonino
Castillo Velasco que, están vigentes, por ejemplo en la costumbre del
matrimonio.
Esta es la historia que relatan los famosos músicos y artesanos:
“Don
Laureano Jiménez fue originario y vecino de la población de San
Antonino Castillo Velasco. Fue pintor, firlarmónico, director y fundador
de una orquesta de 35 músicos, que se inauguró el 15 de septiembre de
1910, y que se llamó Orquesta “Independencia”.
“Ese
mismo día se estrenó el Jarabe del Valle, al que se dio este nombre
porque San Antonino se encuentra situado en los Valles Centrales de
Oaxaca.
“El Jarabe se compone de los siguientes sones:
1. Jarabe del Valle
2. El Palomo
3. Pasen a Tomar Atole
4. El Guajolote
5. El Loro
2. El Palomo
3. Pasen a Tomar Atole
4. El Guajolote
5. El Loro
1.
El Jarabe del Valle.- Se baila en los fandangos y mayordomías,
despertando el ánimo y la alegría de los invitados y su ritmo es muy
alegre, se toca en las principales fiestas de la población.
2. El
Palomo.- Lo bailan los novios el domingo de fandango, a la hora de la
comida en la que, la pareja, come de “palomita” o de “pichón”. Los
padrinos de velación preparan los taquitos y del mismo taco comen los
novios, demostrándose así el cariño y el amor eterno.
3. Pasen a
Tomar Atole.- Se baila el lunes de fandango. Se le dio este nombre
porque a la hora que llegan los padrinos, suegros e invitados del novio,
todos, bailando, reciben el atole de leche que preparó la novia desde
las tres de la madrugada, demostrando así la calidad de su trabajo y que
es mujer trabajadora.
4. El Guajolote.- Se llama “El Guajolote”,
porque el día sábado de fandango, de madrugada, los padres y familiares
del novio, llevan los guajolotes a la casa de la novia; se arreglan
dentro de un canasto grande con sus ingredientes. En el interior de cada
uno, la guajolota se adorna con flores y se le ponen sus aretes y
además llevan el oloroso poleo y leña para cocinar el tradicional mole
de guajolote.
5. El Loro.- Se le dio este nombre porque al terminar
la fiesta de fandango, o de la mayordomías, los invitados se encuentran
disfrutando la fiesta, alegres y compartiendo el sabroso mezcalito,
simulando entre todos una plática de loros.”
Enrique
Jaime Sánchez Alonso, que es un reconocido Chogol de San Antonino
Castillo Velasco(“Chogol” se le designa al conductor o maestro de
ceremonias en mayordomías y matrimonios) asegura que, según la
costumbre, cuando se toca el Jarabe del Valle se levantan los asistentes
a un fandango, boda o mayordomía, formando dos filas, una de hombres y
otra de mujeres, para bailar y se les reparte el poleo, que invade con
su suave y fino aroma la casa del novio o del mayordomo.
El
poleo es cortado en el cerro por familiares y amigos del novio a
quienes se les llama “viguches”, que en zapoteco significa “hombre
fuerte”, y que son los repartidores designados por los caseros, para
que, junto con el poleo, entreguen un cigarro y un mezcalito, como
muestra de hospitalidad y bienvenida a los asistentes.
Desde
tiempos antiguos, las mayordomías eran encabezadas por dos músicos que
anunciaban la fiesta con el tambor y la chirimía, costumbre que también
se conserva en nuestros días.
Asimismo,
señala que, de acuerdo con la información local, la primera vez que se
le puso coreografía al Jarabe del Valle fue en el año de 1912, y que se
estrenó un 24 de diciembre, en el día de Noche Buena. Los niños que
representaron a los pastorcitos en esta navidad fueron dirigidos por el
señor Antonino Martínez Raymundo, un Chogol antigüo y experto, que fue
quien adaptó los pasos a cada son del Jarabe del Valle, ya que desde que
se había dado a conocer el Jarabe del Valle nadie lo bailaba al ritmo
de la música.
La representación de
los pastorcitos de la Noche Buena, es toda una tradición en la comunidad
de San Antonino Castillo Velasco y en el marco de esta celebración, fue
que afortunadamente, se le dio la coreografía al Jarabe del Valle.
Al
referir también la historia del Jarabe del Valle en la Guelaguetza,
existe el testimonio, de primera mano del señor Alfonso M. Santiago
Aguilar(q.e.p.d.), quien se caracterizó por acopiar material fotográfico
y documentar la historia y la cultura de San Antonino Castillo Velasco y
que participó en las primeras delegaciones oficiales del Jarabe del
Valle en el cerro del Fortín en la Ciudad de Oaxaca.
En
un breve escrito que denomina “Semblanza del Jarabe del Valle: un
homenaje al pueblo de San Antonino Castillo Velasco, Jardín del Valle
Oaxaqueño”, menciona cómo se inició la participación oficial de San
Antonino en la Guelaguetza:
“Fue en
el mes de julio de 1956, ya organizada la delegación de esta H. Villa de
San Antonino Castillo Velasco, nos presentamos en el Cerro del Fortín
para presentar nuestra Guelaguetza, para lo cual teníamos que bailar los
acordes de la banda del estado, por disposiciones del gobierno, que en
aquel entonces, no había Secretaría de Turismo, ni esas cosas;
simplemente éramos invitados del Gobernador, y habiendo tocado nuestro
turno, nos llevamos la desagradable sorpresa de que la banda empezó a
tocar sones desconocidos para nosotros y no pudimos bailar de acuerdo a
nuestros ensayos y a los sones de nuestro Jarabe.
“Terminada
nuestra actuación, que fueron puros brincos, me dirigí al Director de
la banda, que lo era el maestro Don Diego Innes y le hice saber nuestro
desconcierto tocante a los sones por el cual no pudimos bailar como eran
nuestros ensayos, y él me respondió: “Lo noté”, pero que no tuviéramos
cuidado y prometió venir al día siguiente y que estuviera pendiente el
solista del clarinete, cita que se efectuó en la casa de la señora
Matilde Aguilar Alonso, domicilio que se encuentra ubicado en la esquina
que forman las calles de Porfirio Díaz y Avenida Castillo Velasco, en
San Antonino.
“De esta manera y a los
acordes del clarinete del señor Porfirio Aguilar Rey, se documentó el
‘Jarabe del Valle’ de manos del subdirector de la banda del Estado,
maestro Moisés Baltasar Velasco. Posteriormente, el maestro Diego Innes
llevó a la banda de música a la compañía grabadora “Peerles”, con la
partitura del recién descubierto “Jarabe del Valle”, para su grabación
en los acetatos, los cuales salieron a la luz pública, generalizándose
de esta manera nuestro hermoso y querido jarabe.
“Destacan
en cada parte del jarabe, o sea en los sones, el nombre de cada uno de
los animalillos muy populares de esta región, entre ellos ‘El
Guajolote’, ‘El Torito’, ‘El Burro’, ‘El Palomo’ y ‘El Loro’.”
Actualmente
el Jarabe del Valle, de profundas raíces indígenas, representa a los
Valles Centrales en las fiestas de la Guelaguetza, e incluso, las
“Chinas Oaxaqueñas”, comunidades mestizas que trasladaron tardíamente la
tradición de las “Chinas Poblanas” en la representación de la Ciudad de
Oaxaca en la Guelaguetza, adoptaron el Jarabe del Valle como su música
representativa.
El Jarabe del Valle se popularizó y se toca en festividades y mayordomías de muchos pueblos zapotecos de Valles Centrales.
Hola :v salu2 xd
ResponderEliminarHola :v salu2 xd
ResponderEliminarEl señor del clarinete se llamaba Porfirio Aguilar Santiago el fue mi abuelo
ResponderEliminarEstoy orgullosa de ser oaxaqueña por qué mis padres era de San Antonio Castillo velasco.
ResponderEliminarN
Onichan
ResponderEliminarExcelente historia.
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