lunes, 27 de mayo de 2013

Cambios en la mano de obra femenina

Se quejan los paisanos.

Antes las muchachas de los pueblos vecinos iban a tocar a tu casa para ver si las contratabas.

Se trataba de mujeres indígenas---como San Antonino, que es una población indígena---, que en sus lugares de origen tenían dos opciones: o te casas o trabajas. Y trabajar significaba por lo general salir de la población a pueblos vecinos, en los que puedes llegar caminando y te regresas caminando el mismo día.

Principalmente se ocupaban de apoyar las actividades comerciales o el hogar.

Hoy en día el ingreso de un día de salario para un trabajador de este tipo oscila entre los 180 y los 200 pesos diarios con dos alimentos: el desayuno y la comida.

Las cosas están cambiando.

Ahora los paisanos van a buscar a los pueblos vecinos a la mano de obra y no la encuentran.

No es que no haya o que no quieran trabajar, afortunadamente la mayoría de las jovencitas se dedican  de manera principal a estudiar.

Se está elevando el nivel de educación entre mujeres que antiguamente sólo tenían como opción el trabajo doméstico o informal.

En el reverso de la moneda, existen jovencitas de núcleos urbanos que buscan trabajo para apoyar el ingreso de sus familias y que por diversos motivos han dejado de estudiar. La mayoría busca empleos en el sector servicios en la Ciudad de Oaxaca y sólo muy pocas en las comunidades vecinas.

Así con la mano de obra.


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