El mercado huele a pan.
La enorme variedad de pan de muerto es una auténtica celebración de los fieles difuntos, por lo que de muchos y lejanos pueblos vienen a comprar pan de yema de los tamaños más variados.
En las casas se empieza a preparar el mole negro de huajolote, que es el alimento propicio para esta celebración.
Desde hace semanas, las chocolateras no se dan abasto para tostar y moler el cacao para el chocolate tradicional.
Los floricultores empiezan a cortar la tradicional flor de cresta de gallo, el cempazuchitl, la nube y una gran variedad de flores para el mercado local y regional.
Se trata de una respetuosa conmemoración de los que ya se adelantaron.
La enorme variedad de pan de muerto es una auténtica celebración de los fieles difuntos, por lo que de muchos y lejanos pueblos vienen a comprar pan de yema de los tamaños más variados.
En las casas se empieza a preparar el mole negro de huajolote, que es el alimento propicio para esta celebración.
Desde hace semanas, las chocolateras no se dan abasto para tostar y moler el cacao para el chocolate tradicional.
Los floricultores empiezan a cortar la tradicional flor de cresta de gallo, el cempazuchitl, la nube y una gran variedad de flores para el mercado local y regional.
Se trata de una respetuosa conmemoración de los que ya se adelantaron.
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