viernes, 24 de agosto de 2012

Destacadas observaciones de monografìa antigua

Son hechos destacados.

Efectivamente, me están comentando algunas observaciones interesantes derivadas de la monografía antigua de San Antonino, como el hecho de que, a esas fechas ---a fines del siglo XIX---, era considerada una comunidad muy higiénica en cuyas casas abundaban los jardines y los huertos.

El otro comentario que me hacen es que limitaba con San Jacinto Ocotlán y que por efecto de las hectáreas que ha venido perdiendo históricamente frente al municipio vecino, hoy ya no llegan hasta allá sus límites.

Asimismo, la fecha que los manuscritos antiguos señalan fijan con mayor antigûedad la fundación del municipio de San Antonino.

Qué buen detalle.

Gracias por los comentarios. San Antonino es un pueblo con historia.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cuando San Antonino era la tiranía de la grana cochinilla



Es una foto del archivo del buen Philo.

En esta foto se demuestra la técnica de crianza de la grana cochinilla de los paisanos de San Antonino a principios del siglo XX.

De acuerdo con una colección de decretos y disposiciones normativas del Gobierno del Estado de Oaxaca que abarca información del siglo XIX y XX, resulta que San Antonino era una potencia en la producción de la grana cochinilla.

Hoy en día no sólo se ha perdido este cultivo, sino que se desconoce la extraordinaria tradición que existía sobre este tinte que se exportaba principalmente a España.

viernes, 17 de agosto de 2012

La leyenda del espejo del alma

Dice Cat Zampancú que fue cierto.

Hace muchos años, cuando todavía la carretera de Oaxaca para Puerto Angel era un estrecho pasillo de tierra rodeado de inmensos montes y no existía el transporte como hoy en día, pues se utilizaban carretas, caballos y mulas para transportarse a largas distancias, encontraron en los campos de cultivo de San Antonino a un árabe con un camello herido de una pata y que en un mal español buscaba agua y comida para continuar su camino para Oaxaca.

Los campesinos le compartieron su comida y le sirvieron suficiente agua de pozo para él y su camello.

Como caía la tarde y el hombre aquel estaba realmente muy afectado le ofrecieron hospedaje en el pueblo.

El árabe accedió únicamente a descansar un par de noches y tratar de curarle la pata al camello, pues aseguraba que lo venían persiguiendo desde lejanas tierras para matarlo.

Como la lesión que traía el camello se complicó, el árabe decidió que sacrificaría al camello y lo enterraría por ahí, pero los campesinos le ofrecieron comprárselo con la seguridad de que lo mantendrían bien escondido para no dejar rastro de que el árabe pasó por estas tierras.

El árabe vio que las intenciones de la gente de San Antonino eran desinteresadas, nobles y de ayuda sincera, y como tampoco quería matar a su inseparable amigo y compañero, accedió a vendérselos, con la condición de que lo mantuvieran bien escondido durante un largo rato.

Cuando los campesinos ubicaron el lugar en el que residiría el camello se organizaron para realizar jornadas de vigilancia e impedir el paso de extraños y el árabe quedó maravillado con la inteligencia práctica de los paisanos de modo que les pidió un favor: que le guardaran una pequeña alfombra que perteneció a sus antepasados y que si en un año no regresaba, que enterraran la alfombra a siete metros de profundidad para que él sintiera que esa prenda estaría mejor así.

Los campesinos se organizaron y construyeron un horno de adobe al fondo del solar y sellaron cuidadosamente el centro de la base del horno, en el que pusieron a buen resguardo a la vista del árabe su alfombra dentro de un baúl. Y le prometieron que no utilizarían el horno y que lo abrirían hasta que el árabe regresara, incluso, le ofrecieron el tiempo que el quisiera.

El árabe les agradeció su amabilidad y dicen que prácticamente no descansó día y noche porque contaba historias con mucho ingenio. También le ofrecieron esconderlo, pero él no accedió y tras un par de días continuó su camino en caballo que le regalaron con abundante comida para el camino.

Como fue un secreto bien guardado, sólo los campesinos que vivieron aquella circunstancia esperaron pacientemente el regreso del árabe. El camello se adaptó con rapidez a su escondite, pero como la infección de su pata era progresiva el animal se mostraba muy enfermo e incómodo y un día simplemente   no se levantó y tal vez extrañando a su amo dejó de comer y de beber agua hasta que murió y lo enterraron completito, pese a las recomendaciones del árabe que, en caso de muerte del animal, se podía aprovechar su carne y su piel.

Pasó un año, dos años, tres, cuatro, cinco...muchos años, hasta que los campesinos, ya avanzados de edad, decidieron cumplir la promesa hecha al árabe.

Entonces, sacaron la alfombra del baúl escondido dentro de la base del horno y antes de proceder a enterrarla quisieron admirarla por curiosidad y extendiéndola se dieron cuenta que en realidad la alfombra era la capa exterior de un paquete envuelto en finas telas que protegían cuidadosamente un pedazo de un grueso espejo con un pedazo también de un marco de oro.

Sin embargo, cuando se miraron en el espejo, cayeron en la cuenta de que en algunos casos reflejaba una luz intensa de brillantes colores hermosos y armónicos que rodeaban al cuerpo como si de éste emanara un arcoíris, aunque no fuera orientado hacia la luz solar.

En otros casos, el espejo se tornaba opaco, como cuando se miró un campesino enfermo y en la parte de su corazón se oscurecía. Cuando percibieron esta maravilla del espejo, cada uno fue pasando el espejo frente a ellos y comprobando que reflejaba la salud y los pensamientos de ellos porque su rostro se miraba en el espejo según la personalidad que tenían, habiendo gente de figura angelical, pero también uno que otro de rostro endemoniado.

Temerosos y desconcertados por aquel extraño fenómeno discutieron qué hacer con el espejo. La mayoría eran de la idea de enterrar todo el paquete, mientras que unos pocos, en los que se tornaba opaca la imagen, decían que la promesa hecha al árabe fue de enterrar la alfombra, no su contenido.

Imponiéndose la sensatez, decidieron envolver el espejo en la alfombra y resguardarlo nuevamente en el baúl escondido en el interior de la base del horno.

Dice Cat Zampancú que ese hecho fue contado por su bisabuelo de 94 años, cuando ella era una pequeñita y que él era el único sobreviviente que sabía la historia y que incluso, hoy todavía existe en San Antonino el semiderruido horno que conserva en sus entrañas ese insólito y maravilloso espejo.

lunes, 13 de agosto de 2012

Monografía antigua de San Antonino (1880)


Es un documento valioso para la historia de San Antonino.

A principios de 1880 el Gobierno del Estado de Oaxaca integró la Memoria Estadística del estado y con ese motivo solicitó a sus funcionarios para que documentaran una descripción de todos y cada uno de los pueblos de Oaxaca.

En seguida transcribo la parte que corresponde a San Antonino, la foto se la agregamos nosotros.

Jefatura política del distrito de Ocotlán

Cuadro sinóptico y estadístico de este distrito.

San Antonino


Municipalidad con 2,191 habitantes de los que 1,101 son hombres y 1,090 mujeres, por lo cual tiene ayuntamiento compuesto de un presidente, cuatro regidores y un síndico procurador.

Situación geográfica y topográfica.
Este pueblo está comprendido en los 16º 48´ de latitud N., y los 2º 28´ de longitud E. Al Meridiano de México. El terreno en que se ubica es completamente plano, sin que tenga ningunos accidentes. Su aspecto es pintoresco porque sus vecinos son muy afectos a la agricultura, cultivan flores y árboles frutales, en pequeños pero graciosos huertos bien aseados y cutivados con esmero. Sus legumbres y frutas se expenden en esta cabecera y en la capital del estado y los surten de verduras.

Límites
Confina al N. Con San Cristóbal Ixcatlán, al O. con la cabecera, al S. Con San Jacinto Ocotlán y al O. con Santa Ana Zegache.

Extensión
La extensión superficial del terrno es de 1½ leguas cuadradas. Su mayor largo de O. a P. Es de ½ legua, y su mayor ancho de S. a N. Igual.

Altitud
Está situado a 1,250 metros de altura sobre el nivel del mar.

Temperatura
Su clima es templado y saludable; pero cuando las aguas son abundantes la fiebre hace sus estragos en los habitantes. El aire dominante es el de O.

Viento a que queda esta población
Está al P. De la cabecera del distrito y al S. de la Capital del Estado.

Distancia
Dista de la primera 300 varas y de la segunda 8 leguas.

Hidrología fluvial
Este pueblo tiene tres arroyos. El primero se llama Arroyo el Coyote, pasa por el centro de la población y atraviesa sus terrenos de O a P.

El segundo se titula arroyo de Llano Verde, pasa por las orillas del pueblo en dirección del S.

El tercero se conoce por Arroyo de Tocuela, y queda a 300 varas de esta población.

Edificios públicos
Hay un templo en estado de ruina con una pequeña capilla; ambos valdrán $6,000.
Una casa municipal compuesta de 3 piezas, construida de adobe y teja. Se terminó su construcción en el año de 1882; su valor es de $1,000.

Dos pequeñas piezas destinadas para prisión de hombres y mujeres, construidas de adobe y teja; su valor es de $200.

Un salón pequeño y una pieza contigua a el destinadas para la instrucción primaria, construidos de adobe y teja; su valor es de $400.

La casa curatal se compone de 3 piezas construidas de adobe y teja, tiene un valor de $800.

Un panteón de pared de adobe, mide 80 varas en cuadro; su valor es de $500.

Historia
Por unos documentos que se encuentran en el archivo del municipio, casi ilegibles, consta que en el año de 1649 fundaron el pueblo Nicolás Hernández, Martín Angel Toledo y Manuel Salmerón, ignorándose la procedencia de estos señores, así como de dónde obtuvieron concesión para su fundación en los terrenos que hasta hoy poseen, pues los títulos están en la capital de la República. El decreto de 24 de Noviembre de 1860 le dio el título de Heróico.

lunes, 6 de agosto de 2012

Exitosa Guelaguetza en San Antonino

Es una tradición.

Como cada año, se realiza la Guelaguetza en el cerrito de San Antonino, en el que participan las delegaciones oficiales que primero van al Auditorio Guelaguetza y luego se dirigen a San Antonino Castillo Velasco para realizar allí su presentación.

En ambos lunes del cerro, por el turno vespertino, se llevaron a cabo las danzas tradicionales ante un extraordinario número de turistas nacionales y extranjeros que colmaron el lugar para disfrutar de una fiesta en un entorno más provinciano.

Acá en la foto, la delegación de Tlacolula, representando la boda tradicional.

Enhorabuena por esta fiesta de todos.